Tesis Sobre Un Homicidio, faltaron los detalles

TESIS SOBRE UN HOMICIDIO

Título Original: Tesis Sobre Un Homicidio Director: Hernán Goldfrid Novela: Diego Paszkowski Reparto: Ricardo Darín, Alberto Ammann, Arturo Puig, Calu Rivero Guión: Patricio Vega Fotografía: Rodrigo Pulpeiro Musica: Sergio Moure Duración: 106 min.

Extremadamente parecida a El Secreto de sus Ojos de Juan José Campanella, Tesis Sobre un Homicidio trata sobre un asesinato a una chica que ocurre en la propiedad de la Universidad de Derecho de Buenos Aires. Roberto Bermudez, abogado y profesor de Derecho Penal en la facultad, está convencido de que Gonzalo, un brillante alumno de su clase, es el autor del crimen. Roberto entonces iniciará la investigación por su cuenta, cosa que le llevará a la obsesión.

Está mas que claro que el maestro Ricardo Darín es uno de los actores mas talentosos del cine argentino, pero en esta película de Hernán Goldfrid, aun siendo el mejor del reparto (no quiere decir que los demás actores sean malos ni mucho menos), no consigue llevarla a donde realmente deberia estar. El guión es bueno, y la novela también. La idea es magnífica, pero no se consigue ver ningún elemento realmente interesante en ella. 

En los dialogos, no carentes de sentido, hay unos silencios que parecen infinitos, demasiado largos y que quedan fuera de lugar, no son silencios necesarios pese a que a veces dicen mucho. Lo mejor que puede tener la película son los planos secuencias, que son simplemente perfectos, hechos de manera soberbia y que da segundos para pensar al espectador y analizar lo que ve (aunque no sea mucho).

Otra cosa que se puede salvar de Tesis Sobre Un Homicidio es la interpretación de Ricardo Darín que, como ya tiene acostumbrado, no falla. Le viene el papel de investigador obsesionado como anillo al dedo, como ya demostró en El Secreto de sus Ojos. Es extraño que pese al gran talento de su reparto, no consigan levantar la película, que lamentablemente no pasa de ser trivial.

Lo más malo de la película es, sin duda, el final. Durante las dos horas menos cuarto de película sabes exactamente lo que va a pasar, situaciones previsibles que concluyen con un final malo. El espectador sabe desde el minuto 0 quién es el asesino, por lo que sospecha que el final debe ser inesperado o, al menos, brillante, pero la cara de decepción al ver las escenas finales son imposibles de esconder.  Te deja exactamente como empezaste, sabiéndolo todo.

Concluyendo, un desperdicio de ideas que, habiéndolas empleado bien podrían haberse resuelto en una película interesante, pero esta apenas pasa del 5. Como Roberto dice en una ocasión de la película: "Lo importante son los detalles", y aquí, sin duda, fallan los detalles.